lunes, 21 de mayo de 2007

QUARTULUS, UN NIÑO MINERO DEL SIGLO XXI. MISCELLANEA EPIGRAPHICA II

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Al excavar los cimientos de la presa de la Fernandina, en Carolina, Jaén, aparecieron muchos trabajos de minería romana. Llamó la atención una fractura en la roca, perfectamente limpia, casi vertical, de ochenta centímetros de ancha y veinte metros de profundidad que trajo a la mente de los arqueólogos la imagen de los niños mineros que junto con las mujeres trabajaban en las minas de Hispania, según nos cuenta Plinio, procurador de la provincia tarraconense en la época flavia, y Diodoro Sículo en Historia 3, 12-13 (50 a.C.), cuando nos habla de las explotaciones mineras en el Egipto romano:
Los jóvenes que todavía no han alcanzado la pubertad se arrastran a través de los túneles hacia las galerías abiertas en la roca y con gran esfuerzo recogen el mineral para llevarlo de regreso al exterior de la mina al aire libre. Entonces aquellos hombres de más de 30 años dividen en porciones la roca...las mujeres y los ancianos reciben el polvo de roca y lo colocan en una serie de molinos...debido a su pobre cuidado estos mueren en medio de sus sufrimientos"
La estela funeraria del llamado niño minero encontrada en Baños de la Encina (Jaén) (CIL II, 3258), conservada en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, podría considerarse el testimonio epigráfico más evidente del empleo de niños en el trabajo de las minas .

Antonio Garcia y Bellido en Archivo Español de Arqueología, número 40, de 1967 , Sobre un tipo de estela funeraria bajo hornacina nos describe esta estela de una figura masculina descalza, con facciones borradas, que sujeta un martillo con mango largo,, quizá de minero y una bolsa, cestilla o linterna.

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La lectura clásica de la inscripción: Q<u>artulus / a<n>noru(m) IIII si<t> /[tibi] ter<r>a le<vis>.
Quartulo, de cuatro años de edad, que la tierra te sea leve.
Andrea Giardina, Epigraphai, 2000, 407-416. Bambini in Miniera: quartulus e gli altri,  plantea una nueva lectura de la inscripción basándose en la corta edad en que se nos presenta a un niño minero y de la extraña abreviatura annoru(m) que carece de paralelos en la epigrafía hispana. El lapicida se habría equivocado al marcar el signo de interpunción. Esta nueva lectura resolvería la disonancia entre entre el texto y la imagen:
Q<u>artulus/ an<n>orum V{·} IIII· si<t>/[tibi] ter<r>a le[vis]
Quartulo, de nueve años de edad, que la tierra te sea leve.
Algunos consideran que no es aceptable la representación de un niño minero de cuatro años de edad en esta estela funeraria y defienden la lectura clásica basada en la práctica de representar a niños muy pequeños acompañados de símbolos (conejos, liebres...) o de objetos que no reflejan necesariamente una profesión sino que son símbolos con significado concreto para la comunidad en la que se usan. Otros piensan, sin embargo, que efectivamente nos hallamos ante un  minero  jovencísimo, de nueve años de edad, o incluso de tan sólo cuatro años.
Puede que esta estela no represente efectivamente a un niño que trabajaba en una mina romana de la Bética, pero de lo que no cabe duda es que los romanos, igual que ocurre ahora en pleno siglo XXI, utilizaban a niños para el duro trabajo de sus explotaciones mineras, aunque no aparezcan entre el grupo de trabajadores del relieve de Palazuelos


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 Las tablas en bronce de Aljustrel, en la antigua Vipasca, en Lusitania, el código minero más importante del Imperio, de época de Adriano, se encuentra en el Museo de los Servicios Geológicos de Portugal, en Lisboa.

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La primera de estas tablas en bronce posee nueve reglas relativas al arrendamiento de impuestos, oficios y servicios públicos. Y en ellas se menciona también que "el arrendatario de la casa de baños deber abrir desde la primera a la séptima hora del día para las mujeres...Estarán exentos de pago los libertos, soldados, niños y esclavos imperiales que trabajan para el procurador de las minas"
El empleo de la mano de obra infantil era muy importante en la actividad económica española del siglo XIX. Se calcula grosso modo que la quinta parte de los trabajadores mineros eran niños
En las minas de Asturias de 1901, de 12.000 mineros, 1000 eran mujeres y 2200 niños. 
 En la Segunda República el porcentaje era del cinco por cien.

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¿Y en el siglo XXI?
El pasado mes de febrero de 2007 en DocsBarcelona, un Festival Internacional de Documentales celebrado en Barcelona, se presentó el documental titulado Devil miner, El Minero del Diablo, una coproducción hispano- alemana- estadounidense, de 2005, dirigida por Richard Ladkani a partir de un guión de Kief Davidson y rodada en la ciudad de Potosí, Bolivia

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El documental nos habla de dos niños, Basilio de 14 años y Bernardino de 12, que, sin un padre y viviendo en una extrema pobreza con su madre al pie de una montaña, trabajan duramente como mineros para poder pagarse la ropa y su educación.
Nos dice Kief Davidson que sin una educación los niños no tienen ninguna posibilidad.
Estos niños bolivianos trabajan en lo más profundo de las minas de plata de Potosí. A través de su mirada, conocemos la vida de esos mineros católicos que renuncian a Dios, cuando entran en los Inferi o Infiernos de la montaña de Cerro Rico, que engulle a los hombres vivos, y entregan su alma a Tío, el Diablo.

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Más de 250 millones de niños entre 5 y 17 años de edad trabajan en el mundo. Y 180 millones lo hacen en las peores formas de esclavitud infantil.

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Se calcula que un millón de niños, la mayoría menores de diez años, alimentan con largas jornadas de trabajo las entrañas de los diablos Tíos en las minas y canteras de nuestro civilizado mundo

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Desde su más tierna infancia, arrastran sus cuerpos por la oscuridad de estrechos y claustrofóbicos túneles, utilizan sus manos como herramientas para arrancar piedras, más pesadas que ellos mismos, y arrastrar vagonetas. No van al colegio y trabajan sin horarios ni derechos.

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Sus juguetes son el pico y la linterna.

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 El hecho de que muchos niños y jóvenes , todavía hoy,  nazcan condenados a estar privados de educación y a experimentar en vida los infiernos del Diablo Tío, convierte la estela del niño de Baños y la literatura de la antigüedad romana en tristes testimonios del mundo en que vivimos, y podrían pasar desgraciadamente por uno más de los artículos o fotografías que leemos y vemos cotidianamente en la prensa, televisión o en internet.
¿Seremos capaces, entre todos, de que esta situación sea tan breve para Basilio y los otros niños, como se pedía que lo fuera la tierra  para Quartulus?
Quartule, sint tibi terra servitusque  leves.

Comentarios.-
 # Ana Dice:
Mayo 21st, 2007 @ 21:42 e

Impresionante documento, para reflexionar, sin duda.
# Mercedes Dice:
Mayo 22nd, 2007 @ 18:26 e

Salva, es estremecedor.Y en nuestro privilegiado primer mundo sólo pensando en derrochar y consumir
# José Martínez Domínguez Dice:
Noviembre 9th, 2007 @ 0:55 e

Realmente es lamentable que en pleno siglo XXI, todavía en las naciones del tercer y cuarto mundo, tengamos tantas limitaciones socioeconómicos, lo que genera pobreza, exclusión, imaginarios sociales llenos de discriminación social, cultural, económica, política e ideológica.

En este orden de ideas, necesitamos un cambio trascendental para las naciones que todavía atraviesan procesos de pauperización o pobreza extrema. En mi linda Guatemala, nación de América Central, todavía quedan resavios de niños y niñas que se ven sometidos al trabajo extremo, a la explotación económica e inclusive a la explotación sexual. Son sometidos a largas horas de trabajo dentro del mundo rural y urbano de nuestras diversas regiones.

Esperamos que esta situación cambie, ya que una gran cantidad de niños, niñas y adolescentes, no creen en nuestro sistema político, y vivimos y crecemos en una situación de pesimismo social, pero lo más lamentable es que esta situación de exclusión social ha llevado a los niños a vivir no sólo en la pobreza, sino también en el hambre, la falta de seguridad ciudadana, sometidos al maltrato, y lo más triste es que los niños de mi país, viven en la incertidumbre y con problemas de salud mental.
# Andres Dice:
Diciembre 4th, 2008 @ 0:03 e

Realmente es la cruda realidad, en muchos departamentos de Bolivia hay niños que desde temprana edad tienen que trabajar para mantener su hogar como el caso de los niños lustrabotas en la ciudad de La Paz, que son mal vistos por la sociedad por culpa de unos cuantos que se dedican a la delincuencia.
# norma montes Dice:
Mayo 6th, 2009 @ 0:36 e

Esto es terrible, porque ningun niño merece trabajar desde pequeño, ellos son el reflejo de una realidad, que los medios de comunicacion no dan a conocer, ya que no conviene, pero hay derechos,para ellos y deben ser respetados,y cumplidos, hay leyes para eso esta la justicia, debemos hacer cumplir la ley de proteccion a los menores, cuanta mas difusion haya mas llegaremos.

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