viernes, 6 de julio de 2012

UNA CARTA DESDE HÉLADE Ἕλαδε

La cultura clásica como reivindicación de los derechos de los ciudadanos europeos.





El festival de Teatro Clásico de Mérida como lo hiciera las Jornadas de Cultura Clásica de Sagunt MMXII ha reivindicado el aspecto más humano de la sociedad europea cada vez más deshumanizada por  la barbarie que algunos gobernantes (αρχοντες, “arjontes”) pretenden imponernos y que están poniendo en carne viva   las preocupaciones humanas de ls antigüedad clásica y de la ancestral  Hélade que es como decir las nuestras de ahora mismo.

José María Pou nos recordó en Hélade la carta Dimitris Christoulas

Esta es parte de la carta encontrada en los bolsillos del anciano que puso fin a su vida en plena vía pública frente al parlamento griego:
" El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años. Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyaría) no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussollini en 1945 ".

Son las últimas palabras de Dimitris Christoulas, el jubilado de 77 años que un miércoles del siglo XXI ponía fin a su vida pegándose un tiro ante el Parlamento griego, agobiado por las dificultades económicas por las que atravesaba.
En su carta de suicidio habla del Gobierno de Tsolakoglou, primer ministro colaboracionista que gobernó el país durante la ocupación por los nazis, en clara referencia al actual Gobierno de Lucas Papademos.
Christoulas era un jubilado enfermo de cáncer, casado y con una hija que había vendido la farmacia que regentaba en 1994 y que, por lo que explica en su carta, vivía de una pensión que él mismo había pagado sin ninguna ayuda del Estado.




O TEMPORA O MORES!




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